A comienzos de la crisis, en 2008, se comenzó a dibujar una tendencia en la Comunidad de Aragón que sitúa actualmente a más de 23.000 amas de casa en el mercado laboral.
La mujer, cuyas tareas domésticas = trabajo no remunerado como ama de casa no tiene ningún tipo de salario, se ha visto avocada por la crisis a incorporarse de forma paulatina a la búsqueda de empleo. La estadística nos muestra que, mientras la tasa de actividad masculina desciende, la tasa de actividad femenina asciende o se mantiene, dependiendo de la zona de España.
El perfil de estas trabajadoras incorporadas al mercado laboral es de jóvenes entre 18 y 30 años que mayoritariamente trabajan en el sector servicios.
Aragón ha empleado a un 3,7% del total de las mujeres en España. Si atendemos a la distribución de las mujeres aragonesas en función de la provincia en la que han sido contratadas, se observa que la mayor parte trabaja en Zaragoza. Durante el año 2011, la contratación de trabajadoras jóvenes ha descendido en Aragón por debajo del 50% en 2011. Esta caída es un reflejo del mercado laboral actual, el paro juvenil está experimentando un importante crecimiento, a pesar de que Aragón es de las pocas regiones en las que se ha registrado un descenso entre el cuarto trimestre de 2010 y el de 2011.
Las mujeres de más de 40 años confirman una tendencia que se viene dibujando desde que comenzó la crisis: cada año crece el número amas de casa que buscan trabajo para ayudar en la economía doméstica, ya sea por aportar un sueldo adicional en casa o porque su cónyuge se encuentra en situación de desempleo. La crisis y el paro siguen estimulando la incorporación del colectivo femenino al mercado laboral.
El sector servicios ha sido el mayor generador de empleo femenino en Aragón durante el año 2011. El segundo sector que más emplea a las mujeres en la Comunidad Aragonesa es la industria. A estas áreas de actividad, les sigue la agricultura, la hostelería y la construcción.
La jornada laboral de las mujeres aragonesas contratadas es mayoritariamente a tiempo completo, un 46,8% de mujeres trabaja a tiempo parcial.
Paralelamente la falta de una política de conciliación familiar adecuada al contesto ha incrementado la necesidad de contratar servicios de apoyo para tareas cotidianas como el cuidado de los hijos (acompañarlos al colegio, recogerlos, canguros, etc.), el cuidado de ancianos y otros apoyos que de forma puntual o continuada se necesitan en el hogar.
La incorporación al mercado laboral de la mujer aumenta la necesidad de servicios contextualizados al hogar que a su vez generaran más puesto de trabajo.
