Parece que únicamente nos damos cuenta de las ventanas que tenemos en casa al llegar el buen tiempo. Pero también en invierno un cristal limpio deja entrar al Sol. Con unos cristales limpios damos una sensación de limpieza al primer vistazo. Así permitimos que la alegría entre en nuestro hogar.
La tarea de limpiar los cristales de casa se puede convertir en una tarea de nunca acabar. A veces cuanto más te esmeras en limpiar es cuando más rayados quedan. La queja más habitual al realizar esta tarea a nivel particular tiene que ver con el resultado de la limpieza de los cristales. Aquí os dejamos algunos consejos y trucos caseros que os pueden servir:
- Utilizar agua con vinagre blanco y papel de periódico mojado con la mezcla y secar también con papel de periódico o con paño de algodón.
- También se puede utilizar alcohol isopropilico diluido con jabón y agua, mojar la mezca con una esponja y secar con paño de algodón o papel de cocina.
- Si limpiamos los cristales en invierno utilizar una mezcla de aguarrás o alcohol metílico.
- Atención, los cristales expuestos al Sol de forma directa se secan demasiado rápido y dejan marcas.
- Cuidado con los cristales cuando hay hielo tienden a debilitarse y pueden romperse.
Si los resultados no son siempre los deseados puede que otros factores puedan influir en la limpieza de las ventanas y ventanales de tu hogar, tales como la zona donde este la vivienda, el tipo de suciedad que se impregna en los cristales, etc.
También hay que tener en cuenta a las persianas que son esas grandes olvidadas en el mantenimiento de limpieza de la casa. Con una buena limpieza duran mucho más y ahorramos dinero en caso de que se rompan. Porque si no mantenemos los carriles limpios los rodamientos se fuerzan y provoca que las ventanas se deterioren.
Los servicios de limpieza de cristales y ventanas nacen de la necesidad de muchas personas de dar solución a situaciones diversas. Es más económico de lo que se cree habitualmente. De esta forma se pueden limpiar esos cristales tan sucios, que no dejan ver la calle y parecen opacos, sin tener que sufrir por ello.





