Cuidado ante los cambios
El verano es una época del año con constantes cambios. Las temperaturas suben, el aire se vuelve más denso debido al calor que reina en el ambiente y el sol brilla con más intensidad que nunca.
Los cambios que se producen durante la época estival afectan a todas las formas de vida. A nosotros, los humanos, el calor nos hace sudar, eliminamos toxinas mediante el sudor, necesitamos hidratarnos más debido a la mayor pérdida de líquidos que se experimenta cuando las temperaturas suben. Las plantas también sufren los efectos que el verano trae consigo. Como todos sabemos, durante la época estival es muy importante aumentar la frecuencia de riego de los jardines para que las plantas no experimenten una deshidratación que les conduciría a la muerte. Además, resulta muy conveniente mojar sus hojas dado que el calor del sol puede deteriorarlas debido a la gran cantidad de horas que pasan expuestas a sus intensos rayos.
Actuaciones de mantenimiento de árboles y plantas
A medida que el verano avanza, el ambiente cambia. El clima se torna menos caluroso, las temperaturas empiezan a ser más agradables y la intensidad solar se ve reducida. Como consecuencia de ello, los cuidados que requiere el jardín en época de pleno verano o en la época en la que el verano toca a su fin son diferentes. A modo orientativo, algunas de las tareas que deben realizarse a finales del verano para poder disfrutar de un jardín en perfectas condiciones son:
- El riego ya no es necesario que sea tan abundante. No hace falta aportar agua tantas veces al día dado que la temperatura ambiente es menor y la posible deshidratación se reduce.
- Sigue siendo conveniente regar por la mañana o por la tarde. Esto es debido a que son los momentos del día en los cuales los rayos solares presentan menor intensidad y provocan menos evaporación del agua aportada, alcanzando por tanto un mejor aprovechamiento de la misma.
- A finales del verano, es aconsejable sembrar el césped, removiendo previamente la tierra para prepararla.
- Todos aquellos tallos y flores que se hayan secado debido al intenso calor del verano, es conveniente eliminarlos para mantener el ritmo de crecimiento de las plantas y prolongar la floración.
- Hacia finales del verano es la mejor época para plantar especies tardías como el crisantemo.
Todas estas tareas asegurarán que el jardín mantendrá un aspecto saludable y un ritmo adecuado en su desarrollo durante la época invernal que se aproxima, para que podamos disfrutar de él en todo su esplendor. Cuidar del jardín es una actividad muy gratificante dado que con un poco de trabajo en función de la época del año, podremos admirar su belleza en todo momento.
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